Supongo que las disculpas
no sirven a los heridos, un golpe de culata y una bala. En el campo de batalla callan
los llantos de dolor, por los que ya no están y por los que no estuvieron. Boxear,
boxear contra el espejo cada mañana, no sacar nada bueno y desear desaparecer. “La
ciudad es la puta más fiel” escuche en algún lugar; y tanto que lo es.
A veces desearía estar
vacío, ser transparente, comprendido. Ser, me gustaría ser. Tener una mano que coger
y aunque el hollín nuble la vista, poder sentir la presencia; la delicadeza de
unos dedos oxidados.
-Distopías-
pffff oso ona!
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar