jueves, 17 de mayo de 2012

Esas cosas

LAGRIMAS DE LODO Y ESAS MIERDAS. JODER, ESTOY JODIDO.
AYER ME VOLVIERON A DAR UNA PALIZA, ME LA MERECÍA.
TE QUIERO.
BUENAS NOCHES.

miércoles, 9 de mayo de 2012

Soñando que sueño


Mi vida es un paseo interminable, donde en cada esquina hay un escaparate y yo, constantemente me paro deseando coger lo que hay detrás del cristal pero no puedo.  O bien porque no tengo dinero, o porque la tienda esta cerrada. Y anhelo tanto lo que no tengo, que a menudo me cuesta apreciar lo que tuve. Y se me olvida recordar que de pequeño solía ser feliz en los parques jugando a ser un superhéroe. 

Que fácil es olvidar los buenos tiempos.

Sin Prisa pero Sin Pausa


El tiempo se ha convertido en un nuevo dios y las prisas en una nueva doctrina, nuestras vidas son guiadas por los segunderos que avanzan sin cesar segando las vírgenes praderas de nuestras mentes. Nuestra infancia nos es arrancada con los gritos de ¡no llores, ya eres mayor para eso! y para cuando te quieres dar cuenta no eres más que un cumulo de números en una base de datos de un cuerpo de seguridad nacional.
                                                                                                                                         
Y es que parece que en esta sociedad no tendrán cabida los que no acaten las normas físicas  que rigen las leyes del tiempo, pero eso no importa, porque el tiempo es tan relativo como la inmensidad del espacio, ya que las estrellas que veo no son, si no fueron y las palabras que  pienso para posteriormente emitirlas no son, sino serán. El universo es el infinito condenado a deshacer lo que el vacío creó, y nosotros, en nuestra insignificancia, vagamos en la inmensidad del espacio sideral agarrados al planeta tierra como un naufrago se agarra a una tabla de madera en el mar.

El ser humano se creó por unas fuerzas naturales y un sinfín de casualidades. Desde que tenemos uso de la “razón” hemos intentado saber cuál es nuestra función en la tierra y para que vivimos. Para ello hemos inventado un montón de leyes e invenciones como el del tiempo. Creo que es importante descubrir lo desconocido pero en vez de centrarnos solo en el que somos, de dónde venimos, a dónde vamos y para que estamos, deberíamos también tratar de amarnos, querernos y disfrutar hasta el último aliento de lo que algunos llaman vibraciones de átomo de cesio.

martes, 8 de mayo de 2012

Acto primero


Las noches se convierten a menudo en espectadoras de una obra dantesca, la tragedia inunda las calles y en este mundo de vodevil solo ríen los niños, hasta que dejan de serlo.  Los focos alumbran al actor principal que sale a escena sin guion, sin frases. Nadie aplaude. Sale el sol. 


domingo, 6 de mayo de 2012

El Abismo


El ruido de la cafetera me despertó, me encontraba demasiado cansado como para levantarme y decidí seguir durmiendo. No se cuanto tiempo estuve en el suelo de aquella casa y sinceramente no me importaba. Busque un pitillo sobre la mesa del salón sorteando las latas vacías de cerveza, no tuve suerte. Mire a mi alrededor en busca de alguna manta para taparme pero nada, me levanté y fui a la cocina a beber agua. Me encontré a Lucia sentada en un pequeño taburete mientras observaba el charco de café, la saludé. No dijo nada. Busque mis pantalones entre las sabanas de la habitación y me dirigí hacia la calle.

Trate de recordar sin mucho éxito que estuve haciendo la noche anterior mientras caminaba hacia mi casa, saqué un pitillo del pantalón y lo encendí. Deje de pensar en la noche anterior, dejé de pensar. Un vagabundo se acercó a mí pidiéndome dinero le hice un gesto de negación con la cabeza y continué con mi trayectoria. A veces pienso en la vida cuando camino, pienso en lo bonita que era la vida y en la mierda que termina siendo. Pienso en lo que dice la gente, estoy harto de los que habla de ser fiel, ¿fidelidad a quien? ... Seguí caminando, no encontraba mi casa. Mierda.

Me senté en un bordillo de la calle Wollmart, los borrachos frecuentan esa zona, y yo, aunque era  diferente a toda esa panda de fracasados siempre terminaba allí. Me gustaba la sensación de no ser observado por nadie y poder sentirme vacío, tranquilo, solo. Era divertido ver aquellos hombres ya mayores tratando de llevarse a la cama a cualquier mujer, sin que se les pasara por la cabeza el hecho de que eran bolleras. Me gustaban esas mujeres. Las deseaba.

Sofía era mi preferida, una mujer con carácter, gorda y sin futuro. Me hacía sentir bien, me decía que encontraría a alguna chica que me quisiera tal y como soy, y que yo la querría. Sé que eso no sucederá, pero me gustaba escucharla. Parecía tener todo muy claro pero yo no, yo solía pasar los días con la mente metida en unos libros y el cuerpo en unas sábanas viejas, me sentía como una botella de cristal vagando por el océano sin encontrar un puerto, un playa o una cala donde poder descansar. Pero con Sofía era diferente, me hacia sentir atractivo aunque yo supiera que no.

Perdí la alegría a los ocho años, empecé a darme cuanta de que las cosas no eran como me las contaban. Odié a cada compañero, vecino, amigo...pero sobre todo me odié a mí. A los doce perdí la inocencia, los primeros pensamientos lascivos empezaron a aparecer en mi mente. A los 16 perdí la virginidad; y la cordura o eso pensaron mis padres y me llevaron al psicólogo: Hicieron bien. Hasta el día de hoy no hecho mas que perder cosas y lo único que me queda es el dolor, la soledad, la incomprensión y la mas profunda nostalgia de una niñez perfecta, que lo fue.